lunes, 20 de febrero de 2012

Siempre me han gustado las manualidades.
Debe de ser la genética porque en casa las mujeres somos muy mañosas.
No digo nada del sexo masculino que ellos son la parte intelectual  (es lo que hay, no saben ni poner un clavo pero listos son un rato).
Y después de mucho tiempo sin dedicarme a nada en concreto, un día me lancé a la piscina.
Porque yo aprendo sobre la marcha. Eso de dar cursos está muy bien, pero como empecé un verano, simplemente compré todo lo que se suponía de necesitaba. Y no, no empecé con lo más fácil, yo empecé con un baúl. Porque como siempre dicen grande ande o no ande,... un baúl, el más grande.
Dos días recortando papel, el más fino que uno pueda imaginar.
Pero el resultado mereció la pena, por lo menos me resultó relajante y muy satisfactorio.

Por fin!!!!

Me ha costado pero lo he conseguido.
Después de darle muchas vueltas, ya está.
Porque cuanto más lo piensas es peor así que..... me tiro de cabeza.
Si haces lo que te gusta tienes que darle un sentido y una salida.
Porque hacer por hacer está muy bien, pero.... yo quiero más.
Poder trabajar en lo que me gusta y emplear parte de mi tiempo.
Así que empezamos.
Qué ya era hora!!!!!!
Espero que os guste, y yo poder seguir poniendo el mismo empeño día tras día.

Primero fueron cajas,...